Jueves 11 de Septiembre, nos levantamos temprano como cualquier otro dia, para aprovechar al máximo, pero lo que no sabiamos era que nuestras expectativas iban a ser superadas con las actividades programadas...
Primero, fuimos a desayunar al Comedor del Complejo de las Cabañas, de ahí, ya todos preparados para continuar, nos subimos al colectivo y partimos rumbo al Complejo “Termas de Colón”, ubicado a pocos metros de la ciudad de Colón. Este cuenta con 10 piletas, que poseen alrededor de 36 grados de temperatura, distribuidas en cuatros cuerpos: una pileta donde están ubicados los chorros a presión y duchas, 2 piletas de 1,20 m de profundidad, 2 piletas profundas de 1,60 m, 2 piletas de chicos (0.60 y 0.40 m) todos estos sectores anteriormente mencionados están al aire libre.La Parte cubierta consta de dos piletas de 1.60 m, una pileta de 60 cm, vestuarios y sanitarios. Gran parte del grupo, disfrutaron de los servicios ofrecidos por este maravilloso complejo, pero otros tantos, vencidos por el clima frío de esa mañana decidieron ir a pasear por la Ciudad de Colón, en donde se conserva la tranquilidad de un pueblo pequeño, ideal para el mejor descanso del turista.
La ciudad de Colón está ubicada junto a la frontera con la República Oriental del Uruguay, frente a la ciudad de Paysandú, por la cual está unida mediante el puente General Artigas. Dista 295 km de Paraná, la capital provincial, y 320 km de la ciudad de Buenos Aires. Se puede ingresar desde Córdoba y Santa Fé a la provincia de Entre Ríos por el túnel subfluvial hasta Paraná. La región, de clima templado en verano y suave en invierno, tiene gran relevancia turística gracias a su vecindad al Parque Nacional El Palmar, además de contar con hermosas playas sobre el Río Uruguay, el Complejo Termas de Colón, antes mencionado, y las características geográficas para realizar tanto safaris náuticos como terrestres. Mediante embarcaciones semirígidas se puede merodear por la inmensidad de aguas o conducir resistentes 4 x 4 recorriendo sectores inhóspitos, extensos arenales, etc.
Al regreso de nuestros compañeros, de su momento de relajación, realizamos un paseo guiado por el Río Uruguay en Catamarán, una aventura nunca antes hecha, en la cual pudimos observar distintas islas, mientras tanto la guía nos iba contando la historia y características de cada una de ellas. Luego, el capitán nos dio la oportunidad de tomar el control de la situación y nos dejó manejar el timón del barco, fué increíble. En el regreso a tierra firme, nos pusimos a bailar y contar chistes, un momento muy divertido.
Regresamos a las cabañas, donde nos esperaba el almuerzo. Al finalizar, inmediatamente, tomamos consiencia de que esto solo era "el principio"; nos dividimos en tres grupos para relaizar actividades-juegos un poco inusuales: Arco y Flecha - Cabalgata - Barquito a pedal. Lo disfrutamos mucho!.
Un poco sucios, nos fuimos cada uno a su cabaña a bañarse, pero sabiamos que desde ese momento iba a ser especial.
Para la noche nos planearon un juego en medio del bosque, el objetico era encontrar a los mismos profesores y coordinadores. Todo pero todo estaba absolutamente oscuro, pero aun así cumplimos con lo pedido, apesar del miedo de algunos.
Después de esta divertida oportunidad, nos fuimos a cenar, pero no era una cena cualquiera, era "La cena a la Luz de las Velas"... Al terminar nos prepararon un fogón, una gran sorpresa. Algo inolvidable, una mezcla de sentimientos, diversión, tristeza, alegría, en fín... Y así finalizamos el día con una fistita que nos organizron.
Este día permanecera en nuestras memorias y corazones para siempre.
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